Jul 30, 2014
En su justa medida, hace a la estructura de la personalidad, a la salud de la identidad personal.
Pero… hay otro orgullo. Nos topamos a diario con él. Pesa. No nos permite ni ver ni fluir. Ni ser asertivos. Sólo, reforzar nuestro ego. Ese orgullo, no sirve ni hace falta. Hay que saber soltarlo. Liberarnos. Seremos mucho mejores personas sin él, sin su pesada carga.